Abdominoplastia
La abdominoplastia es una intervención que consiste en eliminar el exceso de piel y corregir la flacidez muscular abdominal en abdómenes distendidos, flácidos o colgantes, en pacientes que han sido madres o aquellos que han perdido peso de forma masiva.
No eres candidato a cirugía si tienes un problema de obesidad con exceso de grasa intraabdominal y con distensión de la musculatura abdominal. En estos casos se aconseja dieta y ejercicio físico así como reforzar la pared abdominal con gimnasia hipopresiva.
Preoperatorio
El estudio preparatorio consiste en:
- Análisis de sangre
- Ecografía
- Radiografía de tórax (pacientes fumadores y mayores de 40 años)
- Electrocardiograma
Estas pruebas serán valoradas por el anestesista en una visita preoperatoria.
La Cirugía
Existen diferentes tipos de abdominoplastia:
- La mini-dermolipectomia permite corregir la flacidez de la piel presente por debajo del ombligo, que es frecuente sobre todo después de los embarazos. Se puede asociar a liposucción de los flancos para marcar la musculatura abdominal y reducir la cintura.
- La dermolipectomia abdominal con transposición de ombligo es una técnica que nos permite corregir grandes excesos de piel tras pérdida de peso o tras un embarazo con mucha distensión abdominal. Esta cirugía se realiza mediante incisión justo encima del pubis que se prolonga por los lados hacia las caderas. Siempre se asocia a reparación de la separación de los músculos rectos abdominales, se transpone el ombligo y se retira la piel sobrante, manteniendo la cicatriz lo más baja posible.
- La lipoabdominoplastia es una técnica innovadora que consigue sumar los beneficios de dos cirugías (abdominoplastia y liposucción) en una única intervención. Consiste en realizar primeramente una liposucción para extraer la grasa sobrante de la zona abdominal, y a continuación se reconstruye la pared abdominal tensando los músculos y eliminando la piel sobrante mediante una abdominoplastia. El proceso se lleva acabo con anestesia general y suele durar de 2 a 4 horas dependiendo del caso, con una noche de hospitalización.
Después de la Cirugía
En los primeros días notarás molestias sobre todo efectuando movimientos que implican la contracción de la musculatura abdominal. Para evitar tensión sobre la cicatriz es aconsejable descansar con unas almohadas debajo de la espalda y una en las rodillas.
Después de la cirugía se posiciona una faja abdominal que el paciente tendrá que llevar las 24 horas durante los primeros dos meses. La faja reduce la inflamación abdominal, hará que te sientas más protegida y que puedas reincorporarte más pronto a tu actividad habitual. Igualmente no tendrás que hacer esfuerzos físicos ni levantar pesos durante el primer mes. La recuperación es bastante rápida, consiguiendo la vuelta a la vida normal en una semana o diez días. Es normal que se formen morados y que las zonas tratadas duelan al movilizarse en los primeros días. En el postoperatorio es importante efectuar masajes manuales de drenaje linfático a partir de la primera semana de postoperatorio, aconsejables 2 por semana en las primeras 4 semanas de postoperatorio.